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Este partido no tendría que haberse jugado después del
clásico. Era evidente el desgaste mental y físico de los jugadores después de
ganarle con tanta claridad a rasin hace menos de cuatro días. El público
incluso, estaba con la cabeza en otro lado, cantando contra los hijos todo el
tiempo, celebrando aún la cogida sabatina. Me costó unos veinte minutos
concentrarme en ESTE partido. A los jugadores les pasaba lo mismo, seguro.
Peor, claro, porque los que tienen que conseguir el resultado son ellos. Uno
está ahí en la platea, puteando o alentando, y no tiene manipulación ni incidencia
alguna sobre lo que pasa en el verde césped. Daba gran tranquilidad, cuando
los minutos pasaban y no llegaba el gol del Rojo, recordar que con el 0-0 pasábamos de
ronda. Porque si el Arse nos embocaba, o
si hubiera llegado a Avellaneda 1-0 arriba en el global, la historia de este
partido pudo ser completamente distinta. En cambio, gracias a la cagada de
Limia en la ida, gracias a sus rodillas que son como las de Robocop, y a sus dedos de papel, llegamos con
ese gol de visitante al partido de anoche. Un gol clave.
El Arse es una banda. Pero, si te dirige Caruso, ya sabés: sos
una banda ordenada, y con buena pelota parada además. Ya sin la protección de
Grondona (felizmente muerto) y sin jerarquía, el Arse juega a tirarle la bola
desde atrás al gordo Silva, para que de cabeza él juegue hacia un volante que
pasa o al otro delantero. Si no consigue nada de eso el gordo busca el foul. O sea falcionismo.
Entonces van a todos al área a buscar el cabezazo. Pellegrino hizo entrar al
Cebolla y a Albertengo en el segundo tiempo, y Carhumo a un tal Gonzalo
González y al Pochi Chavez, que es una especie de Fredes bostero. Con esos
cambios el Rojo, cansado y todo, pasó a
manejar el partido hasta que lo definió con un golazo.
No sé cuando estará para jugar Mancuello, ni si volverá a
hacerlo en el Rojo en realidad. Sigue en la camilla, Mancuello. Pero cuando el
Cebolla esté bien físicamente, vamos a tener más huevos y fútbol en el medio.
Juega mucho el Cebolla. Anoche en dos o tres jugadas quedó claro que es
diferente, que es de Selección. Si a eso le sumás que ya está muy cerca el
retorno del otro Rodríguez, el Torito uruguayo, la cosa pinta bien, el
optimismo no es tan irracional aunque la liguilla pre-Libertadores y los cruces
de Sudamericana que vienen sean muy jodidos. Muy jodidos.
Hubo dos defecaciones de esas que pueden dejarte sin nada,
sin copa y puteando mucho, sin copa y caminando por Alsina después muy, muy
caliente. Una fue (cuando no) del Ruso pateador de tiros libres (que dan en la
barrera). Recién empezaba el partido, ponéle que iban 10 minutos, y el Ruso se
mandó una típica de él: salir como el orto en los centros. Hubiera sido un piñazo monzonista un gol ahí. Y
la otra defecación fue de Toledo, en el segundo tiempo. Se la dejó corta al
Ruso, quien hizo lo único que sabe hacer bien, abrir mucho brazos y piernas
barriendo, yendo abajo. Definió mal el delantero. Atención porque si te mandás
esas cagadas contra Mora o Alario, sacás del medio. Salvo eso, aunque cansado ,
disminuido por el stress del clásico, luchando además contra la relajación que viene
luego de alcanzar el objetivo, el equipo no dio ventajas, y siempre estuvo mas
cerca del gol que el Arse grondonil.
La verdad, con las cagadas que el Ruso se manda en el arco no
puedo creer dos cosas: como lo aplauden cuando sale a hacer la entrada en
calor; y que Montoya no tenga ni 10 minutos de prueba en el arco del Rojo. Este
Ruso es el típico jugador por el que nunca va a llegar una buena oferta, a los
sumo lo pedirá a préstamo Atlético de Rafaela por ejemplo, o Unión. Va a
terminar quedándose en el club diez años más esta mentira rusa, ya verán.
Jugaron un muy buen partido Vera, y otra vez Tagliafico.
Pellerano y Cuesta no se mandaron cagadas. Solo una vez el gordo Silva pudo con
el 2. Y el 14 está jugando más atento.
Vamos a tener que rotar. Darle un descanso a Vera, por
ejemplo. Es infernal el ritmo que le
mete el uruguayo. No se queda en la posición de 9. Se tira a los costados y
desborda con potencia. Aguanta la bola, juega y mete goles. Creo que es mejor
que Denis. Si, ya sé, no ganamos nada con Vera todavía. Pero, ¿y con Denis
cuántas veces salimos campeones? Ah, ninguna che. Mirá que Denis no es el
matador Kempes eh.
Tiene que empezar la rotación. Lamentablemente eso hará que
continúe jugando el Gato Lucero, por ejemplo. El Gato Lucero es muy malo. Limia
tendrá la rodillas de Robocop, pero el Gato tiene las gambas de Frankestein. Es
como tener que masticar un analgésico el
Gato Lucero, así de horrible. ¡Mirá que yo en la cancha banco eh! solo putéo
acá. Pero el Ruso y el Gato te sacan.
Vera, Taglia, el Cebolla y Albertengo fueron los
mejores.
Bueno, a octavos de final en la Nissan. Había que pasar de
ronda y se pasó. Otro día, psíquica y físicamente menos palmados, jugaremos
mejor. Sigamos disfrutando la semana post clásico. Es difícil ganar el partido siguiente al clásico, y si no preguntále a Central. Había dos objetivos: el clásico
y seguir en la copa. Adentro los dos. Shhhh, rasin. Hijo. Nieto. Bisnieto.
Se viene Olimpia de Paraguay el miércoles que viene en
Avellaneda por la copa Nissan. Y Chicago el sábado, también en el LDA. Que el
Rojo no pare, no pare, no pare.
Saludos.
By j-les
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