Trato de no calentarme con este nuevo fracaso. Después del
partido me tomé una latita de cerveza y vi el último episodio de The Walking
Dead de la sexta temporada. Ahora trato de establecer si Negan (luego de
mandarse tremendo ta te ti ) mató a batazos a Sara o a Eugene, cosa que
sabremos cuando empiece la séptima temporada de la serie en setiembre. Pienso en
cosas copadas, pienso que el miércoles
relajaré un poco la semana viendo en el Vorterix de Colegiales a la banda
teutónica Accept. Es una formación ajustada, de mucho ensayo, batero
con doble bombo, bajo, dos violas y cantante. Tienen un setlist con más o menos
veinte clásicos de la banda que oscilan entre el metal clásico,
el speed metal, y el metal pesado. O
sea, todos los temas son buenos. Deberías ir al Vorterix, amigo. Todavía
hay entradas. Cuestan 600 pesos. Más o menos lo mismo que paga mucha gente para
ver de cerca a la gorda Carmen Barbieri en el teatro, así que no rompan las
bolas con el precio. No hay rocanrol bueno y barato. Después les hago escuchar
algo de Accept.
Para continuar con la música, el Rojo cuando juega partidos
definitorios nunca parece Riff, nunca parece Malón, o Almafuerte. Siempre es
como Tan Biónica, o peor, parece Miranda. ¡Pero la reputísima madre que los
parió a todos, al plantel y al cuerpo técnico!, ¡tuvieron 15 días para preparar
el partido! ¿Qué?, ¿no sabían que los equipos de Lloruso juegan con dos líneas de
cinco y que la última se para a tres metros del arquero? Otra vez defraudaron. Típico
de estos jugadores y su DT “europeo”, cuando tienen que ganar se cagan. O peor,
se revelan indolentes, porque, más allá de que nos falta fútbol por el medio, fútbol
cerca del área, fútbol interno que le dicen; más allá de que necesitamos un
conductor, por momentos, por muchos momentos, a los estos tipos parece que todo
les chupa un huevo, juegan demostrando que solo quieren saber si el sueldo está
depositado o no a fin de mes. Yo no sé, ¡ayer
era una final!. Las juegan, a las finales, con cubitos en las bolas estos
hijos de puta.
Más allá de lo táctico, de lo estratégico, (porque, por
ejemplo explicáme para que juega Aquino; explicáme porque sacó a Fernández o a Rigoni),
más allá de eso, de lo futbolero, de no darse cuenta que el partido estaba por
los costados y no por el centro, acá lo indisimulable es el poco espíritu de
los jugadores para llevarse por delante, para acorralar al último de la tabla,
a un equipo descensivo, limitado, perdedor.
El planteo de Caruso era cantado, te marca hasta con el
arquero. Encima llovió. Pero insisto, la actitud de los jugadores nuestros, la
displicencia de Ortiz, de Benítez, la ausencia de Denis…Viejo, ¡ganen el partido
con la jerarquía! No les estamos pidiendo hazañas, solo queríamos ganarle al último de la tabla para seguir prendidos.
Ni eso pueden conseguir...
Que tengan buena semana.
Saludos.
By j-les