El partido de las 12 Copas.

Copa Santander Libertadores 2011 - Grupo 8

Independiente de Avellaneda 3 - Penadoy de Montevideo 0


No hay caso, en la Copa, la mística hace que el equipo encienda los motores, y que en diez minutos Penadoy parezca Valladolid y nosotros Barcelona. Jugamos diez o quince minutos perfectos. Hasta Pellerano hizo un golazo, la clavó abajo desde veinticinco metros...mística. Recuerden que ella le hizo meter en la Nissan 2010 goles a Frodo ( ¡dos ! ), y a Cabrera. La mística. El Pato parecía Messi.
Frente a nosotros estaba Penadoy, claro, por eso no hay que creérsela mucho. Penadoy, un equipo típicamente uruguayo; hizo tiempo, pegó, protestó. Centrales torpes; laterales que invitan a encararlos; delanteros totalmente inhábiles, inútiles. Además, a su hinchada no la escuché en todo el segundo tiempo. Pobres, ya deben estar llegando a Fray Bentos con el culo bien roto. Se creen grandes. Pobre gente. Primero hay que recordarles que Independiente tiene mas hinchas que ciudadanos el Uruguay, eso para empezar. Claro, juegan contra River de Montevideo, Tanque Sisley, Fénix, Cerro, Danubio, Wanderers, todos esos clubes que son menos que barriales, Penadoy se compara con las minúsculas asociaciones futbolísticas uruguayas y se cree grande; en realidad es como un varón pelotudo de catorce años jugando dentro de un pelotero con nenes de cuatro. Que risa me dio Penadoy, mirá que hace banda que no le cantamos ole, ole, ole, a nadie. ¡ Pellerano tiraba caños ! Imagináte. ¡ Que contento que vine de la cancha ! Es que detesto futbolísticamente a los uruguayos, nunca voy a olvidar que tuve que escuchar los penales de la semifinal del mundial de 1990 contra Italia encerrado en el baño de una casa, en el barrio La Comercial de Montevideo, porque había como doce uruguayos y uruguayas gritándome los goles de Italia a pleno, gritándolos mal, como si fueran tanos. Hasta mi novia uruguaya, Ligia Marques, me gritaba los goles en la cara; desde ese día, desde un minuto después del alarido que pegué adentro de ese baño cuando Goyco atajó el último penal, los odio a muerte, los odio mal, y quiero ganarles siempre a estos uruguayos. La COMMEBOL vendía este partido como el “Partido de las 12 Copas” (siete nosotros, cinco ellos) pero, vó, la verdad es que Peñarol es una gran mentira, su equipo y su hinchada. Ya debe estar llegando el Buquebus a Montevideo y la lancha a Carmelo, mañana al que vean en la 18 de Julio caminando con dificultad, agarrándose las nalgas, ese es de Penadoy sin duda.

Próximo objetivo: River Gay. La cancha va a explotar. Hoy fue mucha gente pero por lo cagados que varios hinchas y socios están con el Promedio y todo eso, muchos se perdieron la fiesta de anoche y se guardaron la plata y las ganas para ir contra River.

Mañana ya tendremos info como para saber que piensa armar el Turquito. Leí que con el empate J.J López se conforma. A nosotros  empatar nos deja con incertidumbre, sin poder ocuparnos tranquilos de la Copa. No me extraña nada de López, dirigía equipos chicos como Talleres, y siempre su objetivo era salvarlos del descenso, pudo salvar a algunos pero a los cordobeses no. Va a venir con dos líneas de cuatro a Avellaneda. Que se yo, peor el Julio Cara de Ojete, que tiene a Riquelme y a Ervitti y no pone  a ninguno de los dos, prefiere a Colazzo.  

Penadoy, River Gay, los cruzé varias veces directa  o indirectamente. Me acuerdo que de pendejo, de muy chico, cuando tenía siete años, mi viejo me llevaba a cortar el pelo a un local que estaba en José María Moreno y Juan Bautista Alberdi. El peluquero era de River y quería hacerme de la Banda a toda costa. Mis tíos ya habían actuado y desde hacía un año yo iba a ver al Rojo. Una tarde jugaba Penadoy contra riverga la final de la Copa Libertadores 1966; no había transmisión televisiva, no había satélite, no había nada; existían nada mas que las radios. Mi viejo me llevó esa tarde a la peluquería y llegamos con riverga ganando dos a uno. El peluquero casi no atendía a nadie porque estaba mas nervioso escuchando el partido que virgen en telo. Bueno, la cuestión es que los uruguayos se lo dieron vuelta, se lo ganaron 4 a 2 y nunca me voy a olvidar de cómo quedó caliente el hombre ese que cortaba el pelo. Desde ese día a River lo llaman “gallina”. A Penadoy me lo comí ayer, fue fácil; ahora voy por River Gay. Saludos. 

J-Lez