COMBATIENDO AL CAPITÁN

Clausura 2010 - Fecha 5
Rojo 0 - El Es Garfield 3
Combatiendo al Capitán significa que hay que combatir a Gandín, al tipo que increíblemnte es el Capítán de Independiente. Sus condiciones para capitanear son inexistentes, y las que tiene para jugar todos los domingos son puestas en duda. Por ejemplo, como Capitán, el debió decirle a Tuzzio que dejara de ordenar jugar al off-side. El Tolo Gallego manda en todos los entrenamientos (en todos, y bien lo saben aquellos que van el club a ver esos entrenamientos ) marca escalonada, ordena que el chico Galeano salga a romper y que Don Eduardo (Tuzzio) quede sobrando. Pero en la cancha, este señor Eduardo, un señor grande por cierto, dispone otra cosa: hace que toda la línea defensiva tire el off-side una y otra vez, y entonces el arquero y los hinchas juegan con los huevos en el paladar todo el partido. En el club, dicen que si el Tolo tuviera a otro para poner en su lugar, Don Eduardo ya no jugaría. Pero no tiene. Mejor dicho, tiene a alguien, pero es un chico de dieciocho años con un partido en primera:Velásquez. Cuando se rompió Mateu en aquel grotesco partido que organizó la AFA para pagarle el sueldo a Maradona, le dijo el Tolo al Manager y a Compi: “traigánme un central, por favor”, “tráiganlo si o si”. Pero nada. Compi y el Manager le trajeron como refuerzos a Herrón y a Fredes. Ayer jugó el refuerzo Frodo. Jugó horrible, como siempre, como en los 50 partidos que se puso la camiseta de Independiente. Este tipo se debe creer que se pone una de las chombas que se compra en La Salada cuando se pone la del Rojo. No siente nada el hijo de puta. Es una paloma Frodo, como Mancuello, como “el Capitán” Gandín, y también como Gracián ( el otro “refuerzo” que trajeron Compi y Menotti).
Era tan fácil leer lo que se venía alla por diciembre 2009, que realmente es deplorable la falta de inteligencia futbolera que demostraron hasta acá el Manager y el Presidente. Ban100, Vélez y Estudiantes son los equipos mas sólidos. Después venimos Colón, nosotros, y la Garchademia (porque el tuerto ex-presidente anduvo cambiando dólares y comprándoles jugadores, técnico nuevo, y a Pe$$otta ayer) Ahí va un silogismo: si Ban100,Vélez y Estudiantes le apuntan a la Copa, entonces los que vienen atrás si se refuerzan tienen chance. Si los que vienen atrás se refuerzan bien, entonces alguno de ellos sale campeón. Por lo tanto, si Ban100,Vélez y Estudiantes le apuntan solo a la Copa, entonces sale campeón el que se refuerze mejor de los que vienen atrás de ellos. Pero claro, en los cerebros de Compi y del Manager no hay estructuras deductivas. Por lo menos no de las que tienen premisas y conclusiones futboleras verdaderas. Pudimos ganar todo con dos refuerzos de categoría. En cambio ahora, PARECEMOS BOCA: Bien adelante, ( o mas o menos bien, adelante ) y un desastre atrás. Ahora ya no tienen a Roberto. Tienen a Javier, al Hijo del Pato, que tapa solamente pelotas que le van a las manos. Tienen a Javier, y a otros cuatro desconocidos que “defienden”. Parecemos Boca, carajo.
Tiene que haber un representante de los hinchas en la concentración del equipo. Ahora que se formó una ridícula Subcomisión del Hincha ( aparentemente, aparentemente sobabolas de la impresentable barra de Bebote y también de Compi), la misma debería tener a alguien que viajara en el micro con los jugadores para que les explique un poco de que se trata jugar para Independiente. ¿Por qué digo esto ? No sabés lo que fue cruzar el viernes Buenos Aires para llegar a Liniers. No sabés. Resulta que cinco mil verdaderos mutantes, cinco mil enfermitos del Rojo fuimos a pesar de todo, a pesar de los 88 milímetros de lluvia, a pesar de que caía agua desde la autopista, a pesar de que todos los semáforos de Rivadavia no funcionaban, a pesar de las esposas y las madres que nos putearon por ir a la cancha en medio del caos urbano, en medio del colapso metropolitano. Eran las ocho y media de la noche cuando confirmaron que se jugaba. Agarré las entradas y encaré. No había taxis en Caballito. Me fui hasta la estación para subirme a algún tren que me dejara en Liniers. La lluvia era constante, che. Entonces me subí al 96, y en el pude llegar hasta Rivadavia y Reservistas Argentinos. Me tranquilizó ver las primeras camisetas rojas cruzando la barrera y yendo por Reservistas hacia la cancha. A partir de esa intersección caminamos siete cuadras hasta el estadio en la mas completa oscuridad, incluso voló algún piedrazo hacia nosotros al pasar por un enorme galpón que hay junto a la vía, que tiene todos los vidrios. Era espectral ese galpón, estaba alli en la noche de Villa Luro, noche oscura, noche ultravioleta y muy lluviosa, como plató para una película de Tim Burton. Del galpón salían volando piedrazos. No daba correr porque no se veía nada, así que puteamos un poco todos juntos, alguno devolvió los piedrazos, y seguimos rumbo al estadio. Después, estuvimos cantando y mojándonos hasta que ya no cantamos, hasta que Vélez empezó a meternos goles. Pero claro, al Gran Capitán seguro que todo eso le importa un carajo.
Se viene el Hijo Bobo. El sábado 27 contra Garchademia en el Libertadores. Ojo. El Tuerto viene poniendo mucha plata para que no se vayan a la B. Lo último que hizo fue traerles a “Corega” Russo. Ya hay posible referí para el clásico. Pablito Lunati. Ojo, porque el Tuerto lo va a sobornar, seguro. Aviso. Puede ocurrir un desastre en Avellaneda el domingo si nos dirige Pablito. Espero que el Presidente del club, en vez de andar transitando los restaurantes de Puerto Madero, comiendo asado muy feliz a 65 pesos la porción, proteste la probable designación a dedo para dirigir el clásico de ese delincuente. Aunque claro, como decía mi abuela: “entre bueyes no hay cornadas”. Saludos.
By J-Lez