POBRE MI HIJO BOBO

Pobre hijo bobo. No hay que reirse de los discapacitados. Pero, hoy, como no podía hablar de tanto festejar ayer en la cancha, tuve mucho tiempo para reflexionar acerca de lo patético que resulta ser hincha, socio, o adscripto de la Cacademia.
Ya fue muy patético que ayer no llenaran su vieja cancha, ese Inodoro Municipal que le construyó el General Perón, ese Inodoro que fue el único defecto de Perón como Presidente de la Nación. .
Pobre hijo bobo, trajo refuerzos mediocres, travestis como Tavio, o Cástroman; trajo al nueve de Boca Unidos de Corrientes (un tal Velásquez que ayer rechazaba los centros que tiraban sus compañeros); a Brítez Ojeda (un cinco que viene de Los Andes y que aplaudían en el primer partido del campeonato como si fuera Redondo), en fin, trajo refuerzos para salir a empatar en todas las canchas, aunque jueguen con Arsenal o Chacarita. Ultimamente además solo festejaron el quinto puesto en el torneo pasado, hecho que les posibilitó salvarse de jugar la Promoción otra vez. Encima, en el historial de los clásicos van 50 partidos abajo de River, 30 abajo de Boca, y 20 abajo nuestro.
Su idolo actual (Luguercio, delantero) es un jugador que tiene 569 partidos en Primera y solo tres goles; su delantero mas picante es Ramirez, que actualmEnte está mas gordo que Porcel. Encima, cuando Independiente viene mal les empata, cuando viene mas o menos bien les gana, y cuando viene bien los golea.
Pobre hijo Bobo, va a trabajar el lunes y nunca tiene una alegría futbolera para llevarse a la boca, no puede sacar pecho en nada relacionado con el fútbol porque en los ultimos 40 años salvo una sola vez, siempre fracasó. No paran de festejar empates y de luchar por no descender; no ven en la cancha por parte de su equipo ni dos pases seguidos; un pase-un centro es la fórmula preferida de su técnico, Caguso Goncardi. Se van a la B en el 2010 por no exigir, y por cantar boludamente en la cancha mientras les pasa todo esto. Encima cantan cada vez menos. Ayer no se los escuchaba. Estuvieron muertos desde el miuuto 2, después del priemr gol del Chipi, y encima escucharon casi cuarenta minutos ininterrumpidamente a la orquesta roja que los gastó SIN PIEDAD una vez que terminó el partido. POBRECITO, POBRECITO MI HIJO BOBO.
Che, todo lo que dije fue de onda, ¿ eh ?, a ver si cree el hijo bobo que no lo quiero, que lo detésto. Saludos.
by j-lez