Recuerdos de la Boca

Tengo un par, eh ? Fui en el 89, cuando con goles de Alfaro Moreno y del Bocha los alcanzamos en la tabla y después salimos campeones, ese día llenamos las dos bandejas que nos dieron. Fue 2 a 1, descontó Perazzo al final…Otro, Islas sacando todo en el 92, atajando tanto que hasta la 12 lo aplaudió. Ganamos ese día con gol del Dani Garnero, pase del turco Mohamed, centro atrás, gol del Dani y delirio en las dos bandejas. Bava les regaló un penal a los cuarenta del segundo tiempo y Villareal lo tiró a la segunda bandeja. Había llevado ese día a mi novia y a su prima, nunca me habian visto en la cancha, nunca me habían visto enfermo de pasión roja, sacado, muy sacado y ovacionando y vociferando todas las canciones racistas que estaban de moda en esa época contra Boca ( En el barrio de la Boca viven todos bolivianos…etc) y de tan sorprendidas (decepcionadas ) que estaban, el viaje de vuelta a Caballito me acuerdo que fue bastante tenso.
Otro, el gol de Rambert casi al final del partido en el 94, fue 1a1 en la primera final de la Supercopa y después ganamos uno a cero en la Doble Visera también con gol de Pascualito. Me escapé de la inmobiliaria donde trabajaba ese día porque jugamos tipo siete de la tarde, me subi a un 64 en Palermo y cerca de Once el bondi quedó copado por muchos, muuuchos bosteros. Cuando pasamos por la Rosada uno en medio en pedo sacaba la cabeza por la ventanilla y gritaba “¡Menem HDP !”.
Pero, nada como la primera vez, nada como mi primer recuerdo de la Bombonera, año 1970, creo. Tenía yo en esa epoca once años y cierto contexto particular que era el siguiente: toda la familia de mi vieja que vivía en Lanús, Los Percocco (la tía Victoria, su esposo Victor, y su hijos Miguel y el Colorado) eran de Independiente.
Los varones Percocco, todos, eran marmoleros de la zona y de cualquier zona, porque trabajaban en la construcción y hasta podían hacer bóvedas en Recoleta. El primer Percocco que llegó a la Argentina en 1898 se puso a hacer cruces de mármol cerca del Cementerio de Lanús, impuso la novedad y a los pocos años ya tenía alli dos o tres propiedades y un taller. El primer Percocco inmigrante falleció en 1949 pero la tradición marmolera continuó. Empezó con los Percocco que quedaron otra tradición, la Roja. Los varones Percocco eran enfermos del Rojo. El tío Victor inició la tradición. Era un irrecusable tano de Calabria, un tano riguroso que al final te despertaba para ir a trabajar al taller a las cinco de la mañana con agua fría si remoloneabas mucho en la cama; que golpeaba la mesa y se peleaba en la cancha a trompadas con uno de la tribuna porque había escuchado cuando ese puteó a Cecconato o a Lacassia. Bajaba el Tío Victor de donde estaba en la cancha, si te escuchaba putear a jugadores del club, te encaraba y te empezaba a pegar, no le importaba nada al calabrés. Los Percocco muchas veces actuaban en la politica del club, en la Lista Roja de Radrizzani, colaboraban con el. Ese Radrizzani era el intendente UCR deAvellaneda además.
Este clan calabrés, te imaginás, presionaba y presionaba sobre mi y sobre mi vieja para que me hiciera del Rojo. Mi viejo como periodista que era, las mas de las veces tenia que laburar el domingo en el diario ( trabajaba en Crónica-Firme Junto al Pueblo) asi que no podia llevarme a ninguna cancha, por lo que rápidamente el clan Percocco quedó a cargo de mi educación, pasión, y costumbre futbolera.
Para mi era una fiesta ir a Lanús el fin de semana…Me venían a buscar el viernes a la tarde los Percocco si el Rojo jugaba a la noche, y sino venían el sábado temprano y me llevaban a ver o al Doque (Dock Sud) o al Porve (El Porvenir) El domingo después del asado o la pasta, a ver al Rojo por supuesto. Si jugábamos de visitante iban ellos nada mas, y yo lo escuchaba por radio en la cocina de Lanús jugando escoba de quince o lotería con la tía Victoria . Una maravilla la tía, gritaba los goles como loca en la casa.
Cuando cumplí once años los Percocco me llevaron por primera vez de visitante con el Rojo, fuimos al Viejo Gasómetro y ganamos 3 a 1 con un gol –el tercero- que Artime le hizo con la mano a “Batman” Butticce. Después vinieron otras canchas, el Palacio Ducó; el viejo Fortín sin las plateas altas; la vieja cancha de Platense en Manuela Pedraza y Crámer; Racing; y finalmente La Boca. En esos años, Riverga no salia campeón desde el 58 creo, asi que de River no te hacías, y los Percocco como te dije presionaban para que yo no le fuera infiel al Rojo nunca con Boca, con el CuerBo o con algún otro.
Creo que era 1970, o 1971, la Bombonera todavía no tenía tercer bandeja, éramos como seis mil rojos o mas, todos muy apretados, muy apretados y con un calor increíble porque se me hace que era fines de Noviembre o principio de Diciembre. Los dos equipos salian a la cancha por donde esta la hinchada de Boca, no había accesos a vestuarios en el medio de la cancha. El Rojo salió con Santoro a la cabeza de la fila, salió (esto no me lo olvido mas ) con Pepé caminando hacia atrás mirando desafiante a la Doce. Te la hago corta, ganamos uno cero con un gol de Savoy a poco de empezar el segundo tiempo, y Pepé le atajó a Pianetti un penal cuando estábamos cero a cero, mas o menos a los 30 o 35 minutos del primer tiempo. De tres jugaba un tal Pavoni, y de cinco un tal Pastoriza, ellos y el paraguayo Monges y Acevedo (que eran los centrales) tenían que marcar a un tal Rojitas. Jugó Rattin ese partido también, jugó Pianetti que erró el penal, y Madurga, no me acuerdo mas. Creo que el siete de Boca era Ponce. Y abajo jugaban el peruano Meléndez y Nicolau. Crack era ese negro Meléndez, me acuerdo una bola que le saco con la puntita del botín a Tarabini dentro del área, ya con el Conejo listo y relamiéndose para definir. Ese Madurga era un jugadorazo también, eran tres Ledesmas juntos, o tres Dátolos juntos, que dinámica tenía y que bien jugaba, iba por el medio o de ocho. Una vez en la Doble Visera ganábamos 3 a 0 y el solo casi lo empata, lo puso 3 a 2, terminó asi y te digo que no festejamos tanto por el susto que nos dio ese Muñeco Madurga.
Un equipazo tenía Boca aquella tarde en La Bombonera, pero, Santoro sacó todo y en la segunda bandeja hubo festejo, los Percocco abrazaban enloquecidos a un nene de once años.
Cuando fui al último acto de la Doble Visera, antes de que empezára la obra del nuevo estadio, cerca del final, ya terminando la fiesta de despedida, con la multitud cantando y mientras empezaban los fuegos artificiales con el estadio a oscuras, todas esas caras fraternas, entrañables, de mis tíos y de los amigos de ellos con los que ibamos a ver al Rojo, vinieron de nuevo a mi entre las lágrimas que me caían, de posta. Mire al cielo esa noche desde la tribuna donde estaba y vi a todos los calabreses juntos sonriéndome.
Por favor, señores jugadores “profesionales” que hoy saldrán a esa cancha, a La Bombonera, les pido que estén a la altura de tanto sacrificio para hacer el club, de tanta pasión para seguirlos, que se pongan a nivel por única vez en estos tres años que llevan puesta nuestra camiseta, de la gran y mítica historia Roja, y que sea cual sea el resultado haya espíritu, esto es que vayan al frente con la bola y encaren y encaren hasta pasarlos, a Battaglia, a Cáceres, a Ibarra, a cualquiera; y que tengan pierna fuerte y templada como tuvieron siempre contra Boca Trossero, Ferreiro, el Chivo, el Pato, el Negro Galván ( que golazo le clavaste Negro al bobo de Gatti en la doble Visera, 1 a 0 un sábado de noche, 1976, a ellos los dirigía y los drogaba Lorenzo ) y tantos otros. Saludos .
by j-lez