En días de mucho
calor (y ante el precios abusivo de un vaso de agua en el café de la Bochini
Baja) quise salir del estadio para comprar agua a otro precio en un kiosco frente a la cancha. No me dejaron salir. O sea, me advirtieron que si egresaba no podría volverá a entrar. Segundo acto: a veces los canas encargados de
los cacheos objetan mi aparatito de Ventolín. Les aclaro que es medicación para
el asma y al final un oficial desde atrás le dice al subordinado: “dejálo que
pase”. Entonces, ¿cómo puede ser que muchos lúmpenes chilenos puedan entrar
a la Pavoni Alta con cuchillos, facas, fierros, fafafa, etc, etc. ¿La cana a cargo
del operativo no sabe que no traen a un jardín de infantes sino a una de las barras
más violentas de América? Eso para empezar.
A su vez, ¿cómo pueden entrar
al país cientos de chilenos con antecedentes policiales e ir todos juntos a una
cancha dónde se va a jugar un partido internacional sin que les pase nada? ¿Nadie
sabía qué hace dos partidos allá en Chile estos mapuches se acuchillaron entre
ellos incluso? ¿ Nadie de los organismos de seguridad argentinos saben que las
barras anarquizadas tienen totalmente sitiado al futbol de Chile? ¿Nadie sabe
que a partir del descabezamiento de líderes históricos en las barras de allá el
poder se halla descentralizado y que
conviven grupos de anarcos de izquierda con “gente” vinculada a narcos o
barrios pobres, etc? ¿Nadie en la seguridad de Argentina tenía esos datos? ¿Montamos
shows represivos con tres fuerzas de seguridad solo los miércoles en la marcha
de los jubilados y no podemos parar a un chilote que viene a acuchillar o a
romper cabezas tirando inodoros desde una tribuna? ¿Pero dónde estamos viviendo,
señores?
Más. ¿Por qué el
partido no se suspendió a los 20 minutos del primer tiempo cuándo ya hacía dos
horas que los chilenos tiraban cosas desde su tribuna? ¿La Conmebol no quiso? ¿La
Conmebol quería seguir jugando cuando ya había una mujer desnudada por los
chilenos atrás de la Pavoni Alta (la chica encargada de limpieza) y un
choripanero saqueado, también desnudado y con un brazo fracturado, además de
treinta personas con las cabezas rotas por lo que tiraban estos hijos de puta
desde arriba? ¿Por qué tales escenas y otras peores no fueron exhibidas al
público en su momento para que todos pudiesen comprender la gravedad de los que
pasaba y coincidieran en que era necesario en
ese momento la suspensión del partido?
¿Por qué siguió el partido? Eso es lo que no puedo comprender.
¿Cómo los dirigentes
nuestros y Conmebol no se dieron cuenta de que había que poner de nuevo la red
en la Pavoni Alta para que no caigan cosas? Tiraban meo y garco los
chilenos anoche, pero también fierros, bombas de estruendo, sanitarios, etc,
etc. ¿ Cómo nadie del club, de Conmebol o la cana pudo imaginarlo en la semana y
actuar?
Hace cosa de varios años ya que el fútbol como espectáculo internacional, global, se ha estetizado, aseptizado totalmente. Entonces hay que cuidarse sobremanera de dar espectáculos como el de esa foto que recorre ahora el mundo, el tarado nuestro que está linchando a un chileno en el final, cuando ya había pasado todo. Tenemos una barra pelotuda, infradotada (con perdón de quienes tienen esas discapacidades, porque ninguno de ellos es maldito como estos tipos, que usan nuestros símbolos para sus negocios). Lamentablemente nuestros lúmpenes nunca se enfrentaron a los de ellos, porque los barras de la U se fueron y dejaron abandonados a los pocos chilenos que aun quedaban en la Pavoni Alta. Lúmpenes y recontra cagones, son. Hubiese estado bueno que se destruyan entre ellos. Los nuestros pudrieron todo el argumento que pudimos elaborar para defendernos en Conmebol. Pero antes, habían pasado muchas cosas.
Atención porque van a querer sacarnos del futbol internacional varios anti CAI. Ya escuché a algunos hoy en los medios. Ojo con eso. Guardia alta y la derecha preparada para el latigazo a lo Coggi. Hijos de puta, nos van a querer echar del fútbol haciéndonos pasar por asesinos a todos.
Espero que no jodan a cinco millones de tipos por los
actos de (ni siquiera) otros cien. La
misma justicia solicito para los chilenos de la U, claro.
By j-les